SEGUN MUCHOS "los inmigrantes indocumentados no tienen nada que ganar con el censo"
"Las organizaciones como NALEO le mienten a la gente. Lo único que les importa es velar por sus propios intereses", dijo el pastor evangélico.
"Cual es el propósito de alentarlos a que vayan y se hagan contar si el dinero que luego surge de ello se utiliza para contratar más policías y perseguirlos como animales".
"Ponerlos en evidencia es dar argumentos a quienes después usan esos números para justificar las deportaciones".
Según Rivera, aquellos alcaldes y gobernadores que estén preocupados por perder sus presupuestos debieran ir a presionar al Congreso para que se apruebe una reforma migratoria integral que permita la legalización de estas personas.
John Fanestil, un ministro de la Iglesia Metodista Unida en San Diego, California, y presidente de la Fundación para el Cambio, cree que los beneficios superan largamente los riesgos que pudiera encerrar la participación en el censo.
"Tal vez esté demasiado infectado por el optimismo con la administración de Obama, pero no creo que dar visibilidad real a la comunidad hispana vaya a terminar en una mayor persecución, como pudiera haber pasado antes".
El reverendo Fanestil apoya la participación en el censo.
Primero legalizar
Más allá del boicot, las personas sin residencia legal generalmente evitan deliberadamente el contacto con los censistas, o con cualquier institución pública, por temor a que ello pueda perjudicar su permanencia en el país.
Por eso los portavoces de la Oficina del Censo aclaran que tienen prohibido "por ley" compartir información individual con cualquier otro organismo de gobierno, con un énfasis particular en las autoridades migratorias.
El reverendo Rivera, líder de la organización que promueve el boicot, asegura que hay evidencia en contrario.
"Nuestra gente debe saber que en 1940 el Departamento de Guerra usó esos datos para poner en campos de detención a todos los japoneses-estadounidenses".
"Los líderes de la comunidad debemos alentar la participación y no lo contrario", dijo a BBC Mundo.
Rivera afirma, sin embargo, que no hay garantías de que los datos del censo no sean mal utilizados.
Su principal temor es que terminen estimulando acuerdos entre el Departamento de Seguridad Interna y las policías locales para que apliquen las leyes migratorias federales allí donde haya concentraciones "sospechosas" de hispanos.
Fuente: bbc
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